La Segunda y última escala de nuestro recorrido fue el puerto de Celestún. Muy bonito pero también muy frío en estas fechas. Aquí caminamos por la arena buscando conchas y caracoles para luego cerrar la tarde comiéndonos un delicioso pescado frito en un restaurante que estaba frente a la playa. La verdad, ya nos hacía falta un respiro fuera de la ciudad...y qué mejor que una playa tan refrescante y tranquila como Celestún.
Esta pudiése haber sido una buena locación para grabar la escena donde el karate Kid entrenaba en la playa para su combate: "The Celestún Kid"
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