viernes, 2 de julio de 2010

Como cada semana, doña Mónica pasa de casa en casa ofreciendo su rico pan. Alma escoge siempre su concha y yo, mi dona azucarada... y Daniela, como los chinos: "milando solamente"
Ella conoce a Daniela, desde que Alma la teníaa dentro de su panza y como siempre, le agradecemos sus consejos y el buen ánimo que siempre nos contagia en cada una de sus pláticas en la puerta.


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