Leandro y sus papás

El Abecedario no siempre es como lo ves...

aBc from Alvaro C on Vimeo.

Después de dos meses y medio, Daniela ya empezó a fijarse en los programas de la televisión. sobre todo en aquellos donde los colores son más vivos e intensos, que para nuestra desgracia son "los Backyardigans", el insufrible de "Barney y sus amigos", "Lazy town", "Martha habla" y un largo etcétera que Alma y yo tenemos que chutarnos cada día hasta que la princesita -dueña del mundo- se quede totalmente dormida...ah entonces sí, podemos cambiarle a nuestros programas favoritos! (ni modo, así es esto...pero la verdad, nos resulta muy simpático verla tan concentrada en la pantalla sin decir ni Pio).

La Vida es Sueño....

Aquí contemplamos a Daniela bien dormidita en la cama.

Su segunda cita...

Esta noche llevamos a "Danilucas" a su segunda cita con el pediatra en la clínica "La Esperanza". Ahora no lloró, por el contrario, estuvo bastante tranquila durante toda su consulta pues acababa de comer. El doctor la encontró muy sana y ganando peso cada día. Nos dijo que laváramos su ropita con jabón zote...pero no uno que sea gigante...-así se llama -nos dijo ¡A que pediatra tan chistocin nos tocó! pero tuvimos suerte, es jóven, amable y muy buena gente. Nos recomendó que la disfrutáramos porque una vez que crezca vamos a extrañar esta etapa y querrémos verla así de chiquita otra vez.

Cada día más hermosa...

El Efecto Daniela

A veces, cuando llego a casa, me pregunto cómo es posible que alguien tan chiquito pueda mover montañas, pueda hacer que todo valga la pena, que con sólo una de sus sonrisas pueda transformar una de mis jornadas más malas en el mejor de los días. Ése, amigos míos, es el famoso “Efecto Daniela”.

Al fin, ayer domingo 4 de octubre, metimos los pies de Danny en otras aguas que no eran las de su bañera: el chapoteadero de sus abuelos. No pudimos meterla toda porque se mojaba el pañal y su ropita, creo que fue por eso que empezó a llorar. Y es que a diferencia de sus baños en casa aquí nada más pudo sentir una "mini-probadita" del agua. No te me desesperes, Daniela...en otra ocasión prometo dejar que nades como pez en el agua.

El sábado fuimos a comer a casa de mi mamá como ya es
tradición cada fin de semana. Pero esta vez nos deleitamos con un jugoso pastel de chocolate que con anticipación mi papá ya le había comprado. Resulta que el pasado martes 29 de septiembre fue cumpleaños de ella pero todos se lo festejamos hasta este sábado. Mi papá también le regaló un gran espejo para su sala. Por nuestra parte, Alma, Daniela y yo, le regalamos un bonito portarretrato con fotos de su nueva nieta. No me queda más que agregar... ¡Te quiero mucho mamá! Gracias por todo.

Ahora con ustedes...

Desde recién nacida (y aún desde antes, en la panza de su madre), a Daniela siempre le gustó estar en movimiento y la hamaca no fue la excepción. El hecho es que cada noche tenemos que estar moviendo su hamaca cuando la acostamos dentro de ella, si dejamos de moverla amenaza con llorar.

Después de largas noches de detenida observación llegué a la conclusión de que debíamos hacer algo. Es así como surgió mi costosísimo invento del año: ¡¡la hamaca con control remoto!!! Amarramos el cable que sirve para cargar la batería del celular a un extremo de la hamaca de Daniela y del otro extremo mi mano meciéndola desde la comodidad de mi cama mientras veo la tele (ojo: si estamos sentados en la silla de la computadora o más lejos en la mecedora, empatamos dos cables para alargar su extención).

Todo ello, me hace llegar a una conclusión: o soy un padre imaginativo...o -lo que es más seguro- soy el más "huevón" de los padres!

...Sea como sea, cuando se es padre o madre hacemos de todo por nuestros hijos: si lo tenemos se lo damos y si no existe, lo inventamos (¡chale, me escuché bien Arjona!).

De "incognito" por los súpers de la ciudad

Es curioso ver el efecto que produce Danielita en los niños cada vez que la llevamos al super. Si hay pequeños que se cruzan en nuestro camino, éstos inmediatamente le avisan a sus papás diciéndoles cosas como: "Mira papá, ya viste a la bebé!" - ¿cuál bebé?- "¡Esa que está allá!"... Por eso la llamamos la "popstar" de los súpers. Y es que desde chicuela ya está teniendo sus propio club de fans (¡cuánta modestia, Dios mio!).

Daniela conoce al Presidente de México

Aquí captamos a la susodicha niña en su encuentro con Calderón hoy domingo en los pasillos de Walmart.

Su primer paseo en Carreola

Como la tarde era muy agradable, decidimos darle a Daniela una vuelta por el parque, (lo curioso es que durante toooodo el bendito recorrido se la pasó dormida, vaya...qué cosas, ¿no?)

Su primera visita al Pediatra

Fue el jueves tres de septiembre cuando llevamos por primera vez a Daniela al pediatra de la clínica “La Esperanza” (y digo la primera vez…estando ella fuera de la panza de su mamá, porque efectivamente durante 9 meses de su embarazo la estuvimos llevando ahí pero en calidad de “encapsulada”. (claro, paralelamente también acudíamos al Seguro Social, pero sólo por obligación ya que no había suficiente dinero para financiar un parto en una clínica privada).
Lo curioso de esa primera consulta oficial con Daniela es que durante toda la revisión ella estuvo llorando mientras un amable doctor -de nombre David Canto- la examinaba ya que de pronto le había llegado el hambre…y ya sabemos que esa no perdona nada. Para nuestra tranquilidad, lo importante es que la niña resultó estar bastante sana y creciendo cada día más: Esa vez, teniendo dos meses pesó 4.37 Kg. y midió 56 cms. Al finalizar la cita le recetó a Danny sus primeras vitaminas (gotas de Tri vi sol -5 gotas cada 24 horas por las mañanas por 2 meses).

Si después de este primer año de vida, Danny logra permanecer sana y salva, con todo orgullo podrá decirle a sus amigas que, efectivamente y por obra del espíritu santo, sobrevivió a los inexpertos cuidados de mi paternidad.

Lástima, Margarita...

Ya tan sólo falta un mes más para que Alma pueda volver a comer y beber todo lo que a ella le gusta y que los doctores le prohibieron mientras le diera pecho a la pequeña Daniela.

Nada de café, chile ni alcohol....(lero-lero... y yo si puedo). Bueno, a decir verdad, como ambos estamos en el mismo barco, tampoco como ni bebo nada que ella no pueda, para no darle tentación (ahh pero no sabe que en la oficina...¡ahí sí que me desquito de lo lindo!).

Esta de aquí es Betty, mi cuñada...

A la niña le encanta el agua...

¡Qué tiempos aquellos...

Tristemente ya no he vuelto a ver aquellos juegos que tanto

me entretenían en mis ochenteros tiempos.....juegos como el Rubik,

la Boligoma, la Casita del Árbol, los juegos de armar y todas esas simples maravillas que la verdad no creo que Danielita llegue a conocer.

Y es que las niñas de ahora ya no nacen con una torta, sino

con un celular bajo el brazo. Crecen de la mano con la tecnología

del momento. Escuchan MP3 en sus Ipods, Ven You tube, conocen

a sus amigos -ya no en un parque- sino en Facebook, My Space

o el Messenger. En pocas palabras, ¡respiran Internet!

No estoy peleado con la tecnología...al contrario, la apoyo. Pero a medida que Daniela vaya creciendo, procuraré junto con Alma enseñarle también todos aquellos juegos tradicionales que de niños jugábamos en el jardín de la casa o en aquella típica esquina con los amigos. Salir a patinar en las tardes, montar bicicleta, jugar Pesca-Pesca o las Escondidas, crear multicolores muñequitos de plastilina y sobre todo, despertar su creatividad leyéndole cada noche un cuento diferente antes de dormirnos o bien ayudarle a crear nuevos mundos sólo con ayuda de un lápiz y una hoja en blanco de papel.

Eso, es lo que hoy quisiera recuperar

para compartirlo mañana con mi hija.