jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Alguna vez pensaste que pudiera caber tanto amor en la palma de tu mano?

Yo no. Al menos no hasta que sentí la manita de Danny
aferrarse a la mia con tanta firmeza y ternura a la vez.
Sin duda, una sensación demasiado especial que a
cualquiera que haya sido padre seguramente le ha
movido el tapete.


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