sábado, 26 de septiembre de 2009

La ropita sucia ¡se lava en casa!


¡y vaya si tenemos ropitas!...A la fecha, no recuerdo
haberle comprado a la gorda ninguna ropa de bebé: sus tíos,
abuelos y familiares se han encargado de ello.

Gracias a Dios ( y a su generoso corazón) la han colmado
de todo tipo de prendas muy bonitas al grado tal que
sus cajones ya están rebozantes.


Sin duda, el "Dannyton" funcionó muy bien. Lo bueno es
que toda esta ropita, al dejarle de venir a la creciente Daniela,
seguramente pasará a manos de alguna otra bebita para,
al igual que nos pasó a nosotros, ahorrarle a sus papás
una buena lana en este rubro. ¡Ah, las vueltas que da la ropa!




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