Hoy regresé a casa y como vi a mi esposa cuidando a Danny en el cuarto, decidí prepararme yo mismo mi comida: total, si alma puede cocinar unas simples carnes en la sartén ¡porque yo no! y así lo hice. Sin embargo, los trozos de carne estaban muy gordos y no se cocían bien. Tuve que dejarlos aún más tiempo sobre la lumbre, y mientras tanto me fui a platicar un ratito con Alma....pero al cabo de un rato toda la casa comenzó a llenarse de una extraña pero espesa neblina y me dije "¡en la torre...la carne!!"
Lo triste es que cuando fui como bombero a rescatar lo que quedaba de ella todo se había reducido al tamaño de un miserable chícharo quemado. Alma y Danielita tuvieron que salirse de la casa un buen rato hasta que el humo se disipara y pudiéramos todos respirar aire limpio otra vez. No hay duda que cocinar...tiene su ciencia....y yo de científico no tengo ni los dientes!
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